Hablo en nombre de todo el cubano que entiende que nuestra situación es insoportable, hablo en nombre de todos aquellos que tienen miedo, que temen ser perseguidos por las autoridades que hacen y deshacen ante nuestras caras. Hablo en nombre de todo el cubano trabajador que luego de una jornada laboral llega a su casa cansado, frustrado y se sienta a meditar que va a darle de comer a sus hijos. Hablo en nombre de todos esos jóvenes llenos de energía y sueños, sueños que se ven frustrados por la incertidumbre actual y la necesidad precaria a que nos ha llevado este proceso llamado revolución. Hablo en nombre de todo aquel que cree que esta no es la sociedad que soñó José Martí. Hablo en nombre de los cubanos que sufren presidio en Cuba por ejercer su derecho de expresarse libremente. Hablo en nombre del modesto trabajador que prefiere intentar ganarse la vida de manera honesta y sufrir necesidad, a tener que unirse a todas esas personas que se arriesgan malversando desde su puesto laboral. Hablo en nombre de los ancianos que cobran 16 dólares de retiro y con eso intentan subsistir todo un mes. Hablo en nombre de las familias que perdieron a sus seres queridos en misiones internacionalistas. Hablo en nombre de las personas que perdieron familiares en alta mar o en las selvas de la américa buscando huir de la dictadura o morir en el intento. Hablo en nombre de todos los cubanos que sufren necesidad, que no están conformes con el rumbo que lleva nuestro país, los que mantienen vivas las esperanzas de que haya un cambio de régimen donde no prevalezca esta falsa democracia que el régimen pretende vender al mundo.
Mi Propósito es el Pueblo y a él me debo:
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